Se
vuelve a forzar la silueta con una cintura estrecha, toman volumen los hombros
y pechos. Se aumenta el vuelo de las faldas pero se mantienen por debajo de las
rodillas. Comenzó el culto por la belleza porque las mujeres estaban hartas del
estilo sobrio y cómodo; las curvas eran el nuevo símbolo de la belleza
femenina.
Los zapatos se
estilizaron haciéndolos más puntiagudos, usaban abrigos de paño, bolsitos al
codo y los más elegantes sombreros. Se creó el tacón de aguja, llamado Stiletto
y se presentó la colección New Look, en la que la silueta de la mujer
recuperaba y realzaba sus formas más femeninas y sofisticadas.
TEXTILES
Aparecieron una
serie de materiales nuevos y económicos que
ajustaban a este nuevo tipo de ropa elegante. Salieron al mercado
distintas fibras sintéticas que poseían el mismo brillo y las mismas
propiedades que la seda y el tafetán, pero resultaban considerablemente más
económicas además que no eran tan delicadas ni requerían de tanto cuidado como
los nobles tejidos tradicionales.
Para el
vestuario de noche se confeccionaban con las telas más nobles como el tafetán
bordado en oro, pero para los no tan adinerados también existían variantes en
cuanto a textiles y se empleaban fibras sintéticas y estampados en vez de
bordados.
MODA PARA LA
NOCHE
Largos vestidos
y escotes profundos que dejaban los hombros al descubierto y constaban de
ballenas en la parte superior. Así mismo apareció una nueva clase de vestido
(cóctel) que resultaba más elegante que un vestido de tarde pero menos formal que uno de noche,
ya que nunca llegaba al suelo y además el proceso de producción no era tan
costoso.
Los
vestidos de cóctel se podían llevar en ocasiones muy diversas y en determinadas
circunstancias, incluso las primeras horas de la noche.
PEINADOS,
ACCESORIOS Y CALZADO
Los
flequillos ahuecados en lo alto desaparecieron por completo y dieron paso a un
cabello más corto y ligeramente ondulado.
Los guantes
formaron parte del atuendo, al igual que los sombreros y los zapatos combinados
con los bolsos. Se llevaban tanto los pequeños y decorosos como los grandes,
lisos y llamativos. Los zapatos se conformaban con hormas más estrechas lo que
daba un aspecto suavemente redondeado.
El zapato de noche era muy abierto resultaba muy chic llevar zapatos de
flamenco ya que presentaba una apertura para el dedo gordo.
MODA PARA
CABALLERO
A finales de los
40 se impuso la línea “V” procedente de Estados Unidos, que se caracterizaba
por los hombros anchos y las caderas estrechas, así la moda para caballero
recibió un nuevo impulso.
Por las noches
se seguían unas normas para vestirse durante el día, el hombre casi siempre
llevaba un terno con botonadura simple o doble en colores oscuros. Debajo
asomaba una camisa blanca y una corbata estrecha y decorosa. Los americanos
conservaban una línea bastante ancha, que se ajustaba al hecho de que los
hombres fueron ganando peso a medida que fuera creciendo el bienestar
económico, las camisas de nylon requerían menos cuidados que las habituales
camisas de algodón. El sombrero volvió a ser obligatorio y debía combinarse con
el traje.
La moda
orientada al tiempo libre ofrecía una variante mas ligera del traje; ya que
para este tiempo se confeccionaba con tejidos más frescos y a veces con más
colorido.
LA MODA
COTIDIANA
La
silueta del nuevo look también se reflejaba en la ropa de diaria. Los trajes
volvían a ser parte fundamental del ropero
de muchas mujeres. La mayoría de las faldas eran estrechas y llegaban a
media pierna, las chaquetas eran entalladas y presentaban un pequeño faldón así
como una solapa muy marcada pero no muy larga, también presentaban en ocasiones
cierres desiguales.
Tenía
mucha aceptación las combinaciones de falda y blusa o bien de falda o conjunto
que consistía en un jersey en un corte intemporal y una chaqueta de punto
combinada casi siempre del mismo color. Así mismo los vestidos formaban el atuendo
estándar de invierno se confeccionaba con lana fina de colores oscuros,
mientras para los de verano se fabricaban en algodón, seda y las recién
aparecidas fibras sintéticas o artificiales, pero siempre en colores vivos.
Presentaban
la misma silueta que los trajes, la altura hasta media pierna, con falda ancha
y solía ser plisada u ondulada y la parte superior muy ceñida y moldeaba el
busto por lo que se requería de un corpiño relleno. Las mangas eran estrechas y
largas o llegaban hasta medio brazo, en verano muchos vestidos no tenían mangas
y presentaban escotes profundos, los hombros solo se podían llevar descubiertos
en los vestidos de noche y de cocktail.
Para la noche
apareció el “baby doll” que eran
pantaloncitos bombachos y mangas abultadas este solo podía ser usado por las
jóvenes.
El traje de baño
seguía teniendo unas remeras relativamente largas y además solía presentar una
falda corta.
En 1949 dos siluetas coexistían: La falda estrecha por un lado y la ancha por otro.